jueves, 24 de noviembre de 2011

Miel puede destruir bacteria resistente a los antibióticos

Investigadores de la Universidad de Waikato, en Nueva Zelanda, descubrieron que la miel pura puede ser usada para combatir las bacterias.

Investigadores de la Universidad de Waikato, en Nueva Zelanda, descubrieron que la miel pura puede ser usada contra la bacteria estafilococo áureo resistente a meticilina -que no reacciona frente a los antibióticos- puede exterminar el organismo en poco tiempo, de acuerdo con informaciones del Daily Mail.
El estafilococo entra en el cuerpo por medio de la piel, generalmente, los anticuerpos consiguen destruir la bacteria. Sin embargo en heridas difíciles de sanar, la bacteria puede invadir el cuerpo e incluso causar la muerte. En la investigación, con el uso de miel pura, la bacteria se torna estéril y las cicatrices fueron reducidas.

La miel vendida actualmente en supermercados es casi un jarabe de azúcar, sin el valor nutricional original y sin el poder para combatir las bacterias.

Para obtener los beneficios naturales de este alimento, es necesario evaluar donde se va a adquirir el producto.

La miel muy clara, por ejemplo, paso por un proceso de ultrafiltración y pasteurización, para garantizar que continúe con el líquido en cualquier temperatura. Los procesos quitan muchos compuestos que hacen al alimento nutritivo y bueno para la salud.

La palabra orgánico en el rótulo no garatiza que la miel sea pura. Lo ideal es buscar productos más oscuros y con residuos blancos de polen en la parte superior. El anillo blanco de polen contiene vitaminas B, C, D y E, así como minerales y 31 antioxidantes.

La miel puede variar de color ya que las abejas obtienen el néctar en diferentes flores, el polen y la resina. Cuanto más oscura sea la miel, el nivel de antioxidantes que contiene es mayor. La miel es pura y rica en polifenoles asociados a la reducción del riesgo de cáncer, disminución del colesterol y combate a las enfermedades cardiacas.

La miel que no ha sido filtrada también contiene una poderosa sustancia llamada propóleo, hecha a partir de la resina que escurre de los arboles. Las abejas mezclan esta resina con la saliva para crear un compuesto antibacteriano, fungicida e antiviral, cuando se consume el producto, la persona aprovecha todas estas características.